¿Qué es el GABA?.
El ácido gamma-aminobutírico es un neurotransmisor inhibidor en el sistema nervioso central. Ejerce su función regulando la excitabilidad del cerebro, ya que disminuye la probabilidad de que un impulso nervioso se dispare, ralentizando la actividad cerebral.
Entre sus funciones más destacables, podríamos mencionar su poder para reducir el nivel de estrés y ansiedad, mejorar la calidad del sueño… si nos sentimos irritados, ansiosos, o tristes sin una motivación aparente, puede que se deba a que los niveles de GABA están por debajo de lo habitual, al igual que en algunas patologías como demencia, depresión, alteraciones del sueño, trastorno bipolar… en los que se ha observado que existe una deficiencia de esta molécula.
El GABA es habitualmente consumido con Melatonina por la acción conjunta que ejercen reestableciendo los ritmos circadianos y, por lo tanto, mejorando el sueño y propiciando un descanso reparador.
¿Qué afecta a los niveles endógenos del GABA?.
Existen alimentos que podemos incluir en el día a día que nos ayudan a incrementar los niveles de GABA de manera natural, como por ejemplo el queso, salmón, crucíferas (brócoli, coliflor…) té verde, etc. Sobre todo, alimentos fermentados como kéfir, chucrut o yogurt que contienen cepas bacterianas productoras de GABA, como bifidobacterium dentium o lactobacillus brevis. De hecho, un desequilibrio intestinal (o disbiosis) de estas bacterias está relacionado en muchas ocasiones con un nivel de GABA subóptimo.
No disfrutar de una correcta higiene del sueño provoca cuadros de nerviosismo, ansiedad, irritabilidad y salud general. También la ingesta excesiva de estimulantes, como el café o el tabaco pueden alterar el descanso adecuado, ya que interfieren en el sueño. Todo ello repercute en la síntesis natural de este aminoácido, entrando en un círculo vicioso del que cada vez será más difícil salir. Para evitarlo, os aconsejamos instaurar una buena rutina de sueño-vigilia, que reestablezca el reloj biológico y a partir de ahí empezar a mejorar otros aspectos fundamentales como la nutrición y la suplementación.
A medida que envejecemos, la síntesis de GABA va reduciéndose, lo que está estudiándose en la actualidad como uno de los motivos por los que sufrimos determinadas enfermedades como Alzheimer, pérdida de facultades cognitivas, pérdida de coordinación o agilidad física y mental. Por la misma razón, podemos sufrir estrés, alteraciones del sueño o depresión con mayor probabilidad, con el paso de los años.
Efectos del GABA sobre el organismo.
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Facilita que el cuerpo y el cerebro se relajen
Logrando que descansen profundamente, ya que, como hemos mencionado al principio de este artículo, el ácido gamma-aminobutírico disminuye la transmisión de los impulsos nerviosos. Por el mismo motivo, ayuda a reducir el nivel de estrés y sus síntomas, como irritabilidad o ansiedad.
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Favorece la liberación de la GH (hormona de crecimiento)
Hormona importante para mantener funciones fisiológicas que van desapareciendo a lo largo de los años, como el buen estatus de masa muscular (ya que evita la sarcopenia), un mantenimiento del metabolismo basal, evitando que se almacene grasa cada vez con más facilidad o retrasando el envejecimiento.
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Alivia el síndrome premenstrual
Se ha comprobado un bajo nivel de GABA en mujeres que padecen las dolencias propias de este síndrome. Se trata de un grupo de afecciones que van desde cambios de humor, fatiga aguda, dolores abdominales, entre otros y el consumo de GABA podría actuar como un analgésico natural aliviando toda esta sintomatología.
Conclusión.
El GABA, en definitiva, se convierte en una alternativa saludable y natural a sedantes, ansiolíticos, antidepresivos y somníferos. Sin cafeína ni estimulantes. Sin embargo, hay que tener algunas consideraciones con su consumo dado que dosis demasiado elevadas pueden cursar con molestias gastrointestinales, parestesias o sensación de somnolencia o cansancio. Ninguno de estos problemas es realmente un efecto adverso grave, y en cualquier caso, desaparecerían disminuyendo la dosis.