Distribución de la grasa.
Generalmente, son las zonas donde antes empezamos a almacenar grasa, también donde antes empezamos a eliminarla, pero desgraciadamente del último lugar que acabará yéndose…
¿Cómo se produce la “quema de grasa” o beta-oxidación de los ácidos grasos?.
Lo primero que hay que entender es que es primordial crear un balance negativo de calorías en nuestra ingesta diaria, es decir, gastar más que las que se ingieren. Si conseguimos estar en esta situación el suficiente tiempo, el organismo se verá obligado a obtener la energía mediante la beta-oxidación de los ácidos grasos almacenados.
Este efecto se produce por una respuesta hormonal en el que se liberan a sangre una serie de hormonas encargadas de obtener energía a través de los diferentes sustratos (glucosa, glucógeno hepático, aminoácidos, grasas…) que llegan hasta los más pequeños capilares, buscando cualquiera de esos elementos que proveerán de energía. Por tanto, es fisiológicamente imposible quemar grasa localizada, ya que cuando esto ocurra estaremos consumiendo grasa de todo el cuerpo en general.
¿Y si hago muchos abdominales... quitaré tripa?.
Suponiendo que se entrene en una situación de ayuno de al menos 12 h, o que estamos en las condiciones que comentábamos anteriormente; hemos creado un balance calórico negativo durante días, así que los depósitos de glucógeno muscular y hepático están muy bajos, en este caso la movilización de ácidos grasos está aumentada. La grasa y el músculo son dos tejidos distintos, y que el músculo requiera de ácidos grasos para realizar la contracción, no significa que los vaya a obtener directamente del piso de arriba (la grasa que lo recubra), recuerda que es una respuesta que actúa en la grasa de todo el cuerpo.
Otros métodos de reducción de grasa localizada.
Fajas o plásticos. En este caso lo que conseguimos es reducir el perímetro momentáneamente de la zona que se cubre debido a la deshidratación que produce, pero no debido a que se queme grasa ya que poner sobre la piel algo que no la deje transpirar no provoca la respuesta hormonal necesaria que hace que se movilicen los ácidos grasos almacenados.
Conclusiones.
Por desgracia, no hay ninguna manera fácil de eliminar la grasa rebelde, pero combinando entrenamientos, tanto cardiovasculares como de fuerza, y manteniendo un déficit calórico moderado, se pueden conseguir muy buenos resultados.